El criminal nunca gana por Toni Pont

Todos los personajes y lugares que aparecen en este relato son fruto de la fantasía, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

  • “Mecagonsolla”

A Jaime acababa de caérsele el último reloj disponible, el resto había desaparecido causando gran preocupación a los organizadores del faraónico enfrentamiento.

La Plaza Mayor presentaba un aspecto cuadriculado, con grandes pegatinas de colores blanco y negro alternativos. En los extremos más alejados del plano blanquinegro estaban las piezas vivientes, Formadas por los mejores jugadores de Baleares que, con un grácil baile para amenizar los movimientos, debían representar la batalla disputada en la tarima.

  • “Maestros, creo que lo mejor es comenzar a jugar sin reloj, pues es la hora, estamos en lo más tórrido del verano y cuanto más tardemos más apretará el sol”

Tales fueron las razones esgrimidas por el maestro de ceremonias, Lorenzo Vives, tras ser acuciado por el “factotum” del evento Ricardo Calvo. Ambos contendientes aceptaron dar inicio a la lid. El 1 d4 de Juan Manuel obligó a Cosme Brull a mover dos casillas, imitando el clásico ballet del Lago de los Cisnes.

Arturito replica con 1… Cf6 y Antonio Romero, con un flotador con cabeza de caballo ciñendo su esbelto cuerpo, realiza una exhibición que para si querría cualquiera de los caballos de doma andaluces.

La partida avanza, complicándose cada vez más el panorama, mientras Gayà, Martínez, Sabater, Lester, Serra, Planas, José María Riera, Forteza, Bellón, Florit y Pedrito Barceló demuestran sus habilidades en el escaqueado suelo de la Plaza Mayor. Especialmente aplaudido es el tango que protagonizan Santi Pons y Justino Queroen el momento de enrocarse, con tal gracia y salero que el público asistente, unas veinticinco mil personas, eufóricas, no pueden resistirse a lanzar un unánime grito de “toreros, toreros”.

Mientras Arturito está en el baño, sito en uno de los bares de la plaza, que no era cosa de colocar orinales tras el estrado, Juan Manuel juega g4, sonando el clarín de ataque que caracteriza su juego. Paul Laurent, consumado especialista en bailar rock, sorprende a todos con unos pasos de twist que ejecuta magistralmente, avanzando a la soleada casilla g4.

  • “Maldición – piensa – con lo bien que estaba a la sombra. A ver si me comen pronto”

El tiempo transcurre y Pomar no aparece. Han transcurrido ya quince minutos desde la jugada de Bellón.

  • “¿No le habrá pasado nada?” – pregunta Toni Roca
  • “Quizás ha metido un pie, accidentalmente, en la taza y ha quedado atrapado” – sugiere Muñoz.
  • “Vamos a buscarlo” – propone un jugador al que suelen confundir como hermano del autor de este relato.
  • “Si, vamos” – le secunda el que verdaderamente es su hermano.

Alla van curiosos y organizadores, encabezados por Mónica Calzetta, en dirección al lavabo de caballeros. Tras una infructuosa búsqueda de 45 minutos mirando y revisando, no encuentran a nadie en el baño, excepto a un parroquiano que estaba orinando hasta que entró la marabunta de gente, acabando la urgencia de su necesidad al instante.

De nuevo en la plaza, Mascaró propone avisar a la policía y a los bomberos.

  • “ Vamos a esperar un poco – dice Jaime – quizás ha ido a comprar un medicamento y en domingo, ya se sabe, todas las farmacias están cerradas”

Nadie toma en cuenta esta plausible posibilidad y de nuevo Ollers propone avisar a los GEOS, cuando una poderosa voz, llena de autoridad, les llega por la espalda.

  • “Soy el investigador y físico teórico Carlos Mas, aunque muchos me llaman Hércules”
  • “Por Hércules Poirot, supongo”- contesta Taltavull.
  • “No. Por los más de siete trabajos que debo hacer a la vez cuando actúo por encargo de la Federación: clasificaciones, sorteos, arbitrajes, comunicaciones con FEDA, Govern y Consell, coordinación de deporte escolar, redacción de la revista, reuniones de la directiva, convocatoria de asambleas, y no sigo para no aburrirles, solo quiero decirles que todo ello ha contribuido a despejar mi mente y a hacerme profundizar en el pensamiento, criminal o no, de las personas. Siempre he intentado ocultar mi identidad, por ello ahora llevo barba, ahora no, lo que lleva a la confusión de mis enemigos.

Y este es mi ayudante – señalando a una persona con cierto parecido a Iván de la Peña – comencé a llamarle Watson, pero esto le cabreaba tanto que desaparecía durante nueve meses. Podéis llamarle Miguel González. En el he inculcado la conveniencia de cambiar de aspecto cada cierto tiempo, regla que cumple al pie de la letra”

Tras esta larga perorata, Hércules atendió a las tremendas noticias que le notificaron Calvo y Vives.

  • “No hay problema – dijo Poirot … digo Hércules – lo resolveré en un instante. Todos los presentes en esta tarima tienen prohibido bajarse de ella; voy a hacerles algunas preguntas”

Sin dilación Hércules comienza su magistral faena, aunque tiene ciertas dificultades en encontrar determinado papel que parece haberse extraviado.

  • “¿Como se llama usted?”
  • “Segura”
  • “¿Que hacía cuando mataron a Kenedy?”
  • “Pues… ¿cuándo dice?”
  • “Por sus dudas presumo que sabe algo del caso. Pase a la derecha, que es donde voy a agrupar a los sospechosos. Y usted, ¿cómo se llama?
  • “Juan Ramón”
  • “¿Por qué me mira de esa forma?”
  • “¿No me está hablando a mí? Espero sus preguntas”
  • “Sin duda esconde una mente muy retorcida, pase a la derecha”
  • “¡Y usted! ¿Como le pusieron sus padres?”
  • “Jaime”
  • “¿Por qué imita a Ivanchuk?”
  • “Yo no le imito – responde Jaime colérico – es el que me imita a mi”
  • “¿Cuál es su trabajo?”
  • “Soy mayordomo”
  • “¿Por qué lleva un bote de cloroformo y algodón en el bolsillo?”
  • “Yo… esto…”
  • “Cójanle – ordenó a Pérez Gandesa, el policía municipal – él es el secuestrador. Si buscan su coche en los aparcamientos encontrarán a Pomar dormido en el maletero”

Efectivamente, así se hizo y así sucedió.

ANTES DE CONTINUAR, ¿COMO SUPO HÉRCULES QUIÉN ERA LA MENTE CRIMINAL?, ¿QUE MÓVIL TENÍA EL SECUESTRADOR?, ¿COMO SUPO QUE EL COCHE ESTABA EN LOS APRCAMIENTOS BAJO LA PLAZA Y NO EXPUESTO A UN ÁVIDO AGENTE DE LA HORA?

SI SU MENTE HA DEMOSTRADO NO ESTAR A LA ALTURA Y NO HA ENCONTRADO LAS RESPUESTAS DESISTA DE COVERTIRSE EN DETECTIVE PRIVADO Y CONTINUE LEYENDO.

Días más tarde, en el piso que compartían en la calle Vaquer, Miguel González interroga a Carlos.

  • “¿Como lo descubrió, Hércules”
  • “Fue una tarea ardua. Sospeche de todos y cada uno de los presentes, e incluso de los que se encontraban lejanos al lugar de los hechos. Primero eliminé el móvil económico, no creía que ningún descendiente de Arturo hubiese intentado el asesinato para heredar la poco presumible fortuna amasada a lo largo de una vida dedicada al ajedrez. Por el mismo motivo eliminé el secuestro. Solo quedaba la posibilidad del móvil pasional.

En este aspecto mi primer sospechoso fue Diez del Corral que, desaparecido Arturo, pasaba a ser el más veterano G.M., título honorífico que muchos desean, pero pronto deseche la idea al encontrarse este en Manila desde hace quince años. 

Tampoco pude concretar ningún sospechoso especial entre los equipos adversarios del campeonato de Cataluña o de España. Juan Manuel ganaba lo mismo con independencia del resultado de la partida, ya que se había acordado un fijo para cada jugador.

Entonces recordé dos nombres claves en la historia del noble juego: Philidor y Xisco Moll.

El primero decía que los peones son el alma del ajedrez, de su buena o mala disposición depende el resultado de la partida, mientras que el segundo aseguraba que la posición puede reflejar algo de la conducta social o humana. Nunca había creído en ninguna de las dos cosas pero, huérfano de otra teoría, puse mis ojos sobre las piezas vivientes, observando como el peón g, concretamente Paul Laurent, había avanzado dos casillas, dejando atrás a Villalonga y Suárez.

El pobre chico estaba sudando la gota gorda tras la última jugada de Juan Manuel g4 pues había perdido la protectora sombra de los edificios para pasar al mortífero sol del verano.

Casualmente había estado presente, este año, en el momento en que Paul había conseguido el ascenso a la categoría Preferente y recuerdo que había quedado empatado a puntos con Jaime por la última plaza de ascenso, pero el sistema de desempate le había favorecido, quedando Jaime a las puertas.

Con mi preclara intuición no fue difícil atar cabos; Jaime deseaba ascender y con qué tan solo uno de sus predecesores desapareciera lo lograría. El plan era diabólico y, tan solo porque yo estaba presente, no pudo llevarse a cabo.

Primero se estropean o hacen desaparecer todos los relojes para que se juegue sin tiempo; cuando Paul es obligado a situarse bajo los efectos del sol se detiene la partida, ¡Al precio que sea!, aunque deba secuestrarse a uno de los maestros. Con el paso de las horas el pobre peón g sucumbirá víctima de una insolación.

Nadie sospechará de Jaime cuando acuda a la Federación solicitando ocupar la plaza vacante de ascenso ya que el maestro secuestrado fue dormido a base de cloroformo en uno de sus frecuentes viajes al lavabo y despertará sin recordar nada.

En suma, el plan perfecto, pero no habían contado con mi perspicacia.

  • “Es increíble que con tan pocos datos descubriera toda la trama”- dijo Miguel
  • “Elemental querido Miguel, solo unos pequeños detalles me ayudaron como el tartamudeo, tembleque y sudor que se apoderaban de Jaime al hacer frente a mis preguntas, el tique del aparcamiento que sobresalía del bolsillo de su camisa, la gran mancha de sangre en la misma camisa y, sobre todo, el hecho de que trabajaba de mayordomo en casa de Claudia Schiffer”
  • “¿Que enseñanza podemos sacar de este caso?
  • “No te fíes del desempate y logra más puntos que tus oponentes”

Relato publicado originalmente en Papers d`Escas correspondiente al mes de Enero de 1998.

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