May Taylor vs Rich por Xisco Moll

Sin duda alguna el ajedrez es cosa de dos. La parejita que se sienta en una mesa, ambos con el firme propósito de agradarse para después aniquilarse.

– Eres mi vida.

– Tu mi sol.

– Y aquí estás muerto.

May Tailor versus Rich rompió moldes. La partida que a continuación muestro, una de las más bellas e inverosímiles que se puedan ver, fue algo más que una partida entre dos. Había todo un pueblo detrás empujando y las circunstancias personales de los dos contendientes que rodearon el match, hizo que la leyenda aflorara sobre los hechos acontecidos en ella.

En mi trabajo de atar cabos e impedir que la nave siga siendo un juguete a la deriva, en manos del viento que más sopla, he conseguido llevar a buen puerto dicha embarcación y con ello poder narrarles de forma verídica, los hechos tal cual sucedieron.

Para empezar, hay que decir que la confrontación tuvo lugar al este del Edén y que, mientras James Dean hacía de las suyas, Taylor y Rich preparaban su duelo.

En dicha comarca, conmemorando el centenario de su fundación, habían organizado un torneo de ajedrez, con una importante cantidad de dinero en metálico para el ganador. Quiso el noble juego que a la partida final llegaran empatados a puntos los señores Taylor y Rich y que en dicha partida se decidiera el campeón.

Hasta aquí, todos de acuerdo. Pero lo que en absoluto es cierto es lo que publicó Filip en “El Matutín”, cuando en referencia al señor Taylor decía de él que era gordo en exageración y que tenía problemas de sudoración en sus pies. ¡Vamos, que le cantaban! Esto es completamente falso. May Taylor era pulcro y limpio, un perfecto Adonis, el guapo del pueblo, amén de persona seria y respetable por el que todas las chicas hacían cola en la parada cuando él conducía el autobús, y todas sabían que era un trabajo temporal, algo con lo que poder conseguir un poco de dinero y costearse sus estudios de piloto de aviación.

Tampoco usó Lazarillo el señor Carlos Izquierdo, cuando en su ceguera dijo del señor Rich, publicado en el “Notisiero”, que era alto, corpulento, de mirada inquisidora y con un poder de concentración tal, que los perros salían corriendo a su paso.

¿De dónde sacó esto? El señor Rich era una persona absolutamente normal, su pequeñez, unida a su falta de vista -lo que hacía que usara gafas de la Óptica Iris – hacían de él un ser diametralmente opuesto a lo descrito por el señor Izquierdo, seguro, que en su momento, más pendiente del parchís que de reflejar la realidad tal cual era.

Era el señor Rick un hombre humilde y sencillo que únicamente sentía motivación por el premio, como una forma de conseguir dinero para comprar una cocina a su esposa Cuisine. No era hombre de altos vuelos como podía serlo el señor Taylor.

– ¡Pobre Rich! – se oía en boca de toda la comarca – ¡May Taylor si que será Rich!

Solo su mujer Cuisine, con voz fina y temblorosa se atrevía a desmentirlo públicamente.

– ¡No! May Taylor no será Rich. Rich ya es Rich. ¡May Taylor is Rich!, ¡May Taylor is not Rich!…

Fue tanta la fama que cogió en su época dicha partida y tanta la repercusión que tuvo, que los libros de ingles recogieron en sus páginas dichas frases para enseñar tan popular lengua.

Con la expectación a punto de desbordarlos cauces tranquilos que toda competición ajedrecística debe seguir, se llegó a la víspera del encuentro, y así mientras Taylor se encontraba descansando felizmente en su casa, Rich optó por ir a dormir al hotel del pueblo.

Una molesta gata en celo, seguida de una legión de Romeos, no le dejaban conciliar el sueño… Taylor había empezado ya la partida.

Rich se despidió con dos besos de Cuisine y quedaron en verse al día siguiente, ya en la sala de juego.

Pero el señor Taylor seguía moviendo las piezas …

La partida estaba señalada en su comienzo a las doce, hora local, y así como May Taylor con dos horas de antelación ya andaba por las proximidades fresco como un clavel, Rich, que había estado toda la noche “de copas con unos amigos” – jugada de Taylor – llegó con cinco minutos de retraso, a trompicones y más dispuesto a tumbarse en la cama que a jugar una partida de ajedrez. Fue su mujer, Cuisine, quien le refrescó la memoria.

– ¡Oh Rich! ¿Así que en el hotel podrías descansar mejor?, ¿no fue eso lo que me dijiste Rich?

– Yo, yo…ganaré.

– Pero si estas borracho Rich.

– Gana-na-ré, Cuisi-si-si…

No pudo terminar la frase, cayendo al suelo. Tuvieron que levantarlo y después de refrescarlo con unos paños de agua fría, lo sentaron en su silla correspondiente.

Rich jugaría con las piezas blancas y cuando realizó el primer movimiento, su reloj marcaba treinta minutos. Taylor, por su parte, lo tenía a cero.

Relato publicado originalmente en la revista Papers d´Escacs, correspondiente al mes de mayo de 1997

2 comentarios en “May Taylor vs Rich por Xisco Moll

  1. La visión se Xisco, por una parte real, por otra humorística y afilada, agarrando mil detalles de recuerdos populares. Muy bueno.

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